Por: Marco Alexis Arias Cervantes
En febrero del año 2015, se llevó a cabo el intercambio gastronómico cultural con Cuba en donde participaron las escuelas de gastronomía, Colegio Culinario de Morelia y grupo CEDVA, siendo esta la primera vez que dos escuelas se unen para llevar la cocina mexicana a Cuba. Los alumnos fueron asesorados por el chef Jorge Fernándes Prendes, chef docente del Colegio Culinario de Morelia originario de la isla.
Los alumnos de las citadas
escuelas impartieron clases de cocina mexicana, llevando un poco de México a
cuba: los sabores, ingredientes y tradición. La respuesta por parte de los
cubanos fue muy grata; pues tenían una sed inmensa por aprender y conocer la
cultura mexicana. Entre los platillos que se elaboraron fueron: carnitas
tradicionales de Tacámbaro, morisqueta tradicional de tierra caliente, mole de
Zacapu, atapakua de la región de San Juan Nuevo, machaca de pescado de la zona
de la costa, y un sinfín de dulces tradicionales morelianos, mezcal, chiles ,
tamales, uchepos, corundas, y no podían faltar nuestras tradicionales
tortillas.
Por otra parte; en la clase de
cocina cubana, los alumnos aprendimos nuevas técnicas, platillos y productos
originarios de la isla. El aprendizaje fue mutuo y las experiencias fueron,
además de enriquecedoras, muy amenas.
Pero cómo en la vida no todo es
trabajo, pasada la semana de las clases
y enseñanzas, los alumnos salimos a recorrer Cuba, desde las zona de la vieja
Habana, el Vedado, Matanzas y Varadero, hasta Pinar del río. Conocimos la
cultura del cubano, su comida, desde la
callejera y tradicional, hasta las frituritas de malanga, la fritura de
boniato (cómo papas a la francesa pero de un tubérculo con sabor similar al
camote), cremita de leche, que aquí conocemos como dulce de leche o jamoncillo.
Hasta recorrer los platillos típicos en restaurantes de clase. La ropa vieja,
moros y cristianos, arroz con pollo a la chorrera y el mojo criollo, son
platillos que sin duda no faltaban en ningún restaurante.
Por último, los alumnos vivimos
una experiencia cercana con el veguero, el señor encargado de realizar los
puros de manera artesanal, en donde nos explicó todo el proceso que conlleva
realizar un puro. El ron, bebida representativa de Cuba era algo que no faltó;
así como también degustamos mojito en la
bodeguita del medio y el daiquirí en el floridita.
Así concluyo el intercambio Gastro-cultural
entre México y Cuba, dejando un buen sabor de boca y mucho aprendizaje.
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